A la hora de constituir una empresa, es fundamental elegir la forma jurídica adecuada, porque esta determinará responsabilidades fiscales, legales y cuáles son las opciones de desarrollo del negocio de cara al futuro. Si estás indeciso, no sabes qué te conviene más, si formar una sociedad anónima o una sociedad limitada, sigue leyendo este post que te contamos en qué se diferencian.
Explicación básica de los conceptos de ambos tipos de sociedades
Las sociedades anónimas, conocidas como S.A., y las sociedades de responsabilidad limitada, denominadas S.L., son dos de los principales tipos de empresas mercantiles en España. Una sociedad anónima se caracteriza por su elevado capital mínimo, y es ideal para grandes empresas, mientras que la sociedad limitada es más flexible y accesible, con un capital mínimo adaptado a las necesidades del negocio. Eso sí, la responsabilidad de los socios en ambas está limitada al capital aportado.
¿Qué es una sociedad anónima (S.A.)?
En la sociedad anónima, el capital social estará dividido en acciones, las cuales pueden ser transferidas libremente. Es la forma jurídica ideal para grandes empresas o aquellas que buscan acceder a financiación a través de inversores. Para crearla se requiere un capital mínimo de 60.000 € o invertir al menos el 25% al momento de abrirla. Su marco legal está regulado por la Ley de Sociedades de Capital.
Los accionistas de una S.A. tienen responsabilidad limitada, es decir, solo responden hasta el monto de su inversión.
¿Qué es una sociedad limitada (S.L.)?
La sociedad limitada es la forma de sociedad mercantil más común en España entre emprendedores y pequeñas empresas, gracias a su flexibilidad y los pocos requisitos de capital inicial. A diferencia de la S.A., el capital mínimo de una sociedad limitada es más accesible, y desde la reforma de 2022, se permite su constitución con una aportación inicial simbólica de 1 € siempre y cuando luego se destine parte de las ganancias a obtener los 3.000 € originalmente requeridos.
La obligación de los socios en una sociedad limitada se limita al capital que han invertido, salvaguardando su patrimonio personal. Sin embargo, la transmisión de participaciones está más sujeta a regulación, puesto que los socios gozan de un derecho de adquisición preferente.
Ventajas y desventajas de las sociedades anónimas
Ventajas de una sociedad anónima
- Facilita la emisión de acciones y su negociación en el mercado.
- Los socios solamente son responsables hasta la cantidad de su inversión.
- Las acciones se pueden transferir libremente, lo que simplifica la entrada y salida de los inversionistas.
- Las S.A. suelen generar más confianza ante entidades financieras y proveedores.
- Puede tener un número ilimitado de accionistas, lo que permite un crecimiento escalable.
Desventajas de una sociedad anónima
- Se requiere un capital mínimo de 60.000 €, con un 25% desembolsado en la constitución.
- La contabilidad es más rigurosa y se exige auditoría en muchos casos.
- Gastos notariales, inscripción en el Registro Mercantil y posibles auditorías obligatorias.
- La libre circulación de acciones puede resultar en una pérdida de control sobre la empresa.
Ventajas y desventajas de las sociedades limitadas
Ventajas de una sociedad limitada
- Puede constituirse con una cantidad simbólica.
- Los socios solo son responsables hasta el capital que han aportado y su patrimonio personal está siempre a salvo.
- El traspaso de participaciones necesita el consentimiento de los otros socios.
- Su gestión contable y fiscal es más sencilla en comparación con una S.A.
- No es obligatorio auditar las cuentas.
Desventajas de una sociedad limitada
- La transmisión de participaciones está restringida, lo que limita la captación de capital externo.
- No puede emitir acciones ni cotizar en bolsa, dificultando su crecimiento mediante inversión externa.
- Aunque su gestión es más sencilla, sigue tributando al 25% en el Impuesto sobre Sociedades.
Comparación detallada
Número de socios
- Una sociedad anónima puede constituirse con un único socio o con un número ilimitado de accionistas.
- Una sociedad limitada también puede ser unipersonal, pero generalmente está pensada para pequeños grupos de socios, con un límite de 50.
Transmisión
- Las acciones son libremente transmisibles en las S. A.
- En las S.L. la transmisión de participaciones está restringida.
Fiscalidad
- Las dos sociedades están sujetas al Impuesto sobre Sociedades, que tiene un tipo general del 25%.
- Hay ventajas fiscales para nuevas empresas, a quienes se les da un tipo impositivo reducido del 15% durante los dos primeros años con ganancias.
Salida a bolsa
S.A. puede cotizar en bolsa, mientras que las S.L. no pueden salir a bolsa ni emitir acciones.
Requisitos para formar una S.A.
- Aportación del capital mínimo y depósito del 25% en una cuenta bancaria.
- Elaboración de estatutos y firma ante el notario.
- Obtención del NIF provisional ante la Agencia Tributaria.
- Inscripción en el Registro Mercantil.
- Obtención del NIF definitivo y alta en Hacienda y Seguridad Social.
Requisitos para formar una S.L.
- Redacción de estatutos sociales y firma ante notario.
- Aportación del capital mínimo.
- Solicitud del NIF provisional en la Agencia Tributaria.
- Inscripción en el Registro Mercantil.
- Obtención del NIF definitivo y alta en los organismos fiscales y laborales correspondientes.
Guía para la toma de decisiones
Si aún no terminas de decidir qué te conviene más, si formar una S.A. o una S.L., ten en consideración lo siguiente:
¿Cuándo elegir una S.A. sobre una S.L.?
- Cuando se necesita captar grandes inversiones.
- Si la empresa tiene un gran número de socios.
- Cuando se necesita más confianza y reputación.
- Si se prevé un crecimiento muy significativo.
- Cuando se sabe que la libre transmisión de participaciones será necesaria.
¿Cuándo elegir una S.L. sobre una S.A.?
- Si el capital inicial es reducido
- Cuando se busca obtener una estructura más sencilla y adaptable a negocios familiares o de pocos socios.
- Cuando se quiere tener un mayor control sobre los socios.
- Si se busca una gestión más sencilla y menos costos administrativos.
- Cuando no es necesario acceder a mercados financieros.
La importancia de recibir asesoramiento profesional
Elegir entre una sociedad anónima o una sociedad limitada es una decisión que debe tomarse con un análisis detallado, ya que influye directamente en la estructura, fiscalidad y operatividad del negocio. Por ello, es lo más aconsejable contar con la orientación de profesionales en temas fiscales y legales. Los asesores profesionales no solo ayudan a definir la estructura que más conviene, sino que también explican cómo optimizar la carga tributaria, minimizar errores en el proceso de constitución y garantizar el cumplimiento de todas las obligaciones legales.
Conclusión
En conclusión, elegir entre una sociedad anónima o una sociedad limitada dependerá no solo del capital con el que cuentes al formalizar el negocio, sino de lo que proyectas hacer en un futuro. Siempre, lo más recomendable es contar con asesoramiento profesional. Una decisión bien fundamentada no solo facilitará el crecimiento del negocio, sino que también evitará problemas a futuro.